Luis García, su rinconcito romántico.

Dicen que la tercera es la vencida, pero Luis García Postigo, quien recién cumplió 40 años, le apuesta a la cuarta. Luego de dos matrimonios –el primero con Lorenza Hegewisch, la ahora conductora, y luego con la actriz Kate del Castillo– y una relación de tres años en unión libre con Gabriela Alcalá, el ex futbolista le da una oportunidad más al amor. Desde hace un año sostiene un noviazgo con Rocío Lara, de 31 años, quien es subdirectora comercial de fox Television Group. Juntos estrenaron hace seis meses un acogedor departamento al sur de la ciudad de México.EL LUGAR DE REUNIÓN“Nos presentó una amiga en común y desde entonces empezamos a salir. A los tres meses nos fuimos a vivir juntos”, confiesa Luis.El departamento fue decorado por ambos. “Tenemos gustos muy similares. El hermano de Rocío es director comercial de Roche Bobois y nos ha asesorado”, platica el comentarista de tv Azteca, quien asegura quiere casarse con su novia y planea darle uno o quizá dos hermanitos a su hija Lorencita, de 11 años, cuya mamá es Lorenza Hegewisch.Por su tamaño, la cocina es ideal para cenar diario en casa. Sin embargo, Luis acepta entre risas: “Soy el menos malo para cocinar, Rocío sólo tiene dos platillos: una pizza bastante buena y unas ricas fajitas, pero fuera de eso comeríamos papel periódico”.Aun así, la cocina es el área que ella más disfruta: “No hacemos grandes platillos, pero es nuestro lugar íntimo, donde platicamos más a gusto. Me urge tomar un curso de cocina en cuanto tenga tiempo, pues es algo que definitivamente quiero hacer”, admite Rocío.

AMOR EN CONSTRUCCIÓNRocío venía de un divorcio cuando conoció a Luis. Contrario a lo que ella pensaba, volver a creer en alguien no le fue tan difícil. “Estaba vulnerable y dolida. Creí que no tendría la capacidad de volverme a enamorar, pero dejé que la vida me sorprendiera. De repente, el amor fue más importante: la ilusión y las ganas de rehacer mi vida fueron más grandes que el miedo de volver a empezar”.“Estamos tratando de hacer con nuestro amor lo mismo que con el hogar: construirlo poco a poco, con mucho cuidado en los detalles y dedicándole tiempo”, dice Luis. Ambos son celosos. Luis se sabe explosivo, pero Rocío acepta que su carácter también es fuerte. Aun así, los pleitos no son frecuentes. Incluso ahora, su mayor conflicto es decidir si casarse primero o escribirle a la cigüeña.

EN BUSCA DE SU PROPIA FAMILIAAl fondo del departamento, dentro de la recámara principal, hay un biombo con fotos de los momentos importantes y de sus seres queridos. El conductor de Los Protagonistas es el encargado de organizar los clósets: “Soy muy especial en ese sentido. Todo lo acomodo por tamaño y por color. Entre los ganchos de mis camisas debe haber la misma distancia, así sean 25 ó 50 ganchos deben estar igualmente separados; lo aprendí de mi mamá”. Pronto esperan usar el estudio como cuarto del bebé, mientras que la otra habitación es para Lorencita, quien por ahora vive con su mamá, pero el ex jugador del América no pierde la esperanza de que algún día viva bajo el mismo techo. Para su fortuna, la relación entre su pareja y su hija es fenomenal. Tan es así, que una ocasión en la que cortaron por unos días, la pequeña Lorenza le dijo a Rocío que ella quería seguir siendo su amiga. Al preguntarle qué más puede pedirle a la vida, Luis contestó: “Quiero salud: con eso nos las podemos ir arreglando; que mis seres queridos estén bien, ya a mí me han tocado muchas cosas buenas”, mientras voltea la cara con la mirada fija en los expresivos ojos de Rocío.