En enero de 2008 recibió el diagnóstico médico: sus agruras e intenso dolor intestinal no era algo pasajero, sino un avanzado cáncer de páncreas. Desde entonces, Patrick Swayze, se ha sometido a diversos tratamientos que lo han hecho bajar más de 20 kilos, sufrir la caída de su pelo y perder color en el tono de su piel.
Con tal de liberarse del cáncer, Patrick utilizó una droga experimental llamada Vatalanib. (Foto: The Grosby Group)
Cuando Swayze era adolescente conoció en la escuela de baile de su madre Patsy, a la bella Lisa Niemi, una aspirante a actriz que lo dejó flechado. Luego de un corto noviazgo, se casaron en 1975; él tenía 24 años y ella apenas 19. Desde entonces están juntos.
No sólo es la dueña de su corazón, ahora también de su herencia: a mediados del año pasado, en vísperas de su eventual fallecimiento, el protagonista de Ghost puso a nombre de su mujer todas sus cuentas de banco y propiedades, que según la prensa estadounidense ascienden a casi 30 millones de dólares. Varias publicaciones han mencionado que el actor desea evitar posibles litigios sobre sus bienes y prefiere heredar en vida a la que ha sido su fiel compañera.A pesar del largo matrimonio, los Swayze nunca tuvieron hijos.
Decidieron dedicar su vida el uno al otro y prefirieron estar al cuidado de sus mascotas, entre las que están perros, gatos, pájaros y caballos, que viven en el rancho familiar llamado Bizarro, en las afueras de Los Ángeles, California. Fuera de su mujer, la otra figura importante en su vida fue su padre, Jesse Wayne, quien sólo vio el inicio del triunfo actoral de su hijo, pues murió en 1982 de un paro cardiaco. Algunos medios dicen que este suceso es el causante de que hoy, Swayze, esté al borde de la muerte.
El deceso de su figura paternal fue una situación que orilló a Patrick a refugiarse en el alcohol durante los años más importantes de su carrera en Hollywood.
Se enfrenta a las adicciones
Con todo y que era uno de los actores más cotizados de los ochenta y noventa, tras perder a su papá, Patrick nunca volvió a ser el mismo. El alcohol interfería con su trabajo, tanto que en varias ocasiones acudió a rehabilitación, pero su adicción se frenaría temporalmente en 1994 cuando Vicky, la mayor de los cinco hermanos, se suicidó. La sobriedad le duró poco, ya que, en junio de 2000, Swayze tuvo un accidente aéreo –tenía licencia de piloto– cuando volaba de su rancho californiano a Las Vegas.
Fue un aterrizaje forzoso que no pasó a mayores, pero el reporte policial indicó que su cuerpo estaba intoxicado, y llevaba consigo un paquete de 30 cervezas. Hoy sus problemas con la bebida son cosa del pasado y Swayze únicamente se aferra a vivir. “Para mí ganar es no rendirme, sin importar qué llega a mi vida, yo podré con esto”, dijo Patrick el año pasado a la reportera Barbara Walters en su programa ABC News. Incluso hace unos días envió un comunicado para calmar a seguidores, amigos y familiares, ya que varios medios han asegurado que le quedan menos de dos meses de vida. Swayze negó esta información y aseguró que está en proceso de recuperación.
El actor ha superado todos los diagnósticos negativos y, hasta el cierre de esta edición, los doctores no habían confirmado cuánto le queda de vida. Lo cierto es que su imagen cada vez se es más demacrada y su condición de salud sumamente delicada.
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